La serpiente invasora de Gran Canaria

La culebra real o serpiente rey de California es en la actualidad una especie invasora en Gran Canaria. Esta culebra llegó a la isla de la mano del ser humano en la década de los 90. Desde entonces, se ha ido expandiendo por el territorio insular, de manera prácticamente desapercibida para la ciudadanía, pero no para otros pobladores grancanarios. Estos son los lagartos, lisas y perenquenes nativos de la isla, los cuales se han visto amenazados por este nuevo depredador.

Desde el 2007, se han ido desarrollando una serie de líneas de trabajo con el objetivo de frenar su expansión, integrando la gestión activa –campañas de control-, la investigación sobre el comportamiento de la especie y la promoción de la participación ciudadana en la lucha contra la invasión.

Dada su capacidad de establecimiento y dispersión en el medio natural y los efectos adversos que ocasiona en los ecosistemas que ha colonizado, esta culebra es considerada como la invasora más preocupante para la isla de Gran Canaria.

¿Qué es una especie exótica?

Es aquella que se encuentra fuera de su territorio natural porque ha sido transportada, directa o indirectamente, por el ser humano.

¿Qué es una especie nativa?

Es aquella que vive en un territorio al que consiguió llegar de manera natural, es decir, sin intervención del ser humano.

¿Una especie endémica no es lo mismo que una nativa?

No es lo mismo, aunque ambas son especies propias del lugar, las endémicas son únicas de ese territorio. 

¿Todas las especies exóticas son invasoras?

No necesariamente. Una especie exótica se puede convertir en invasora en un territorio cuando encuentra unas condiciones adecuadas para expandirse con facilidad en el medio natural y causar daños al ecosistema.

¿Cómo se sabe si una especie exótica puede ser invasora en un territorio?

Son muchos los factores que afectan, pero una pista nos la da si esa especie ya se ha vuelto invasora en otro territorio. Un claro ejemplo es que si la culebra real de California ya es una invasora en Gran Canaria, lo podrá ser en el resto de islas de este archipiélago.

Es aquella que se encuentra fuera de su territorio natural porque ha sido transportada, directa o indirectamente, por el ser humano. 

Es aquella que vive en un territorio al que consiguió llegar de manera natural, es decir, sin intervención del ser humano.

No es lo mismo, aunque ambas son especies propias del lugar, las endémicas son únicas de ese territorio. 

No necesariamente. Una especie exótica se puede convertir en invasora en un territorio cuando encuentra unas condiciones adecuadas para expandirse con facilidad en el medio natural y causar daños al ecosistema.

Son muchos los factores que afectan, pero una pista nos la da si esa especie ya se ha vuelto invasora en otro territorio. Un claro ejemplo es que si la culebra real de California ya es una invasora en Gran Canaria, lo podrá ser en el resto de islas de este archipiélago.

LA ESPECIE

La llegada a la isla

La llegada de  esta serpiente a Gran Canaria se relaciona con la tenencia como mascota, práctica que se volvió relativamente popular en algunas localidades de la isla. Sus llamativos patrones de color, junto con su buen temperamento, hacen que sea un animal codiciado entre sus aficionados.
Fue en el año 1998, en el municipio de Telde, cuando se detecta por primera vez en la naturaleza. Pero no es hasta el 2007 cuando se confirma el asentamiento de la población en la zona. Se cree que la causa de su liberación radica en sueltas intencionadas, o bien, en ejemplares escapados de terrarios de la zona.

Expansión en Gran Canaria

En un plazo de 20 años, la especie se ha asentado ya en cuatro núcleos que abarcan desde el norte al suroeste de la isla, lo que indica que está presente ya en la mayor parte de las zonas medias y bajas de Gran Canaria. Estos núcleos se localizan en:
Núcleo primario (1998): municipios de Telde, Valsequillo, Santa Brígida, San Mateo y Las Palmas de Gran Canaria.
Núcleo secundario (2005): municipios de Gáldar y Agaete.
Núcleo terciario (2015): municipios de San Bartolomé de Tirajana y Mogán.
Núcleo cuaternario (2018): en el barranco de Guiniguada, en Las Palmas de Gran Canaria.
En todos los núcleos la culebra ha logrado ocupar diferentes ambientes: naturales, agrarios e incluso suburbanos. En muchos casos, además, se encuentra en las proximidades o en el interior de espacios naturales protegidos.

Situación inédita

Hasta ahora, Gran Canaria es el único lugar en el mundo en el que se conoce que esta especie se haya instalado como invasora en el medio natural.
Su capacidad de adaptación propiciada por un clima idóneo y recursos alimenticios abundantes, junto al hecho de que no presenta depredadores naturales en el territorio insular, favoreció que la introducción puntual de ejemplares de esta especie se convirtiese en una población estable y en expansión en la isla.

EL IMPACTO

Vulnerabilidad de los sistemas insulares

Los impactos de las invasiones biológicas se ven acentuados en ecosistemas insulares, puesto que las especies han evolucionado de manera aislada careciendo, por ejemplo, de adaptaciones frente a depredadores foráneos. En este caso, entre la fauna actual del archipiélago canario no se encontraba ninguna especie de serpiente hasta la llegada de la culebra real de California. Si acudimos al registro fósil, únicamente podríamos encontrar indicios de la existencia de serpientes en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, aunque tan escasos, que no podemos descartar que hubieran llegado en las garras o el estómago de alguna ave.

Los principales damnificados

Se ha constatado que la culebra está afectando a las poblaciones de reptiles endémicos de Gran Canaria, y en particular a las del lagarto gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini) que ha visto reducidas sus poblaciones de manera significativa sin que las labores de control realizadas hayan permitido su recuperación.

El peligro de una dieta generalista

El hecho de que la culebra real de California sea una especie generalista, es decir, que su alimentación no esté restringida a una especie en concreto sino que puede ser variada, nos hace saltar las alarmas. Pues cuando agota las existencias de un alimento “preferido”, pasa a consumir otros.
Los estudios realizados sobre su alimentación en Gran Canaria nos revelan que los reptiles nativos constituyen en la actualidad la base de su dieta, siendo el lagarto gigante de Gran Canaria la principal presa, seguido de la lisa grancanaria y el perenquén de Boettger. Éstas parecen ser las especies que a priori sufren una mayor amenaza por parte de este depredador, sin embargo, en un futuro próximo pueden ser otras las que se conviertan en el foco de atención.

Los efectos en cascada

Existen diversos ejemplos de las catástrofes ambientales provocadas por la invasión de una serpiente en un territorio insular. Es por ello, que entre los vertebrados invasores en ecosistemas insulares, se consideran de los más perniciosos. No es solo porque contribuyan a la disminución o extinción de poblaciones de especies nativas, sino porque eso puede suponer una alteración en la estructura de las comunidades que conduzca a la disrupción de procesos ecológicos clave para los ecosistemas insulares.
Así puede estar sucediendo en Gran Canaria al verse mermadas las poblaciones de reptiles endémicos, que cumplen un papel importante en la polinización y dispersión de semillas de especies nativas, además de controlar las poblaciones de algunos insectos, evitando que se conviertan en plagas.

La potencial amenaza

Dada la notable capacidad de adaptación y aclimatación de la especie en el territorio gran canario, sumado a su amplio espectro alimenticio, es de suponer que podría convertirse en un gran problema en el resto de islas del archipiélago canario. Además, existe un elevado riego de que se produzcan traslocaciones a otras islas, puesto que se trata de un animal que puede pasar fácilmente desapercibido en el trasporte de mercancías. Por ello, es fundamental tener una potente Red de Alerta Temprana para actuar lo antes posible y de esta manera evitar los errores del pasado. Por suerte, en el 2017 se articuló una red en Canarias a modo de experiencia piloto, conocida como RedEXOS, que a día de hoy constituye un instrumento oficial para la detección temprana y manejo de especies exóticas invasoras en Canarias (Decreto 117/2020).

LAS ACCIONES

Acciones de control

Las acciones de control se fundamentan en dos tipos de actuaciones que se realizan de manera complementaria: la búsqueda activa de culebras, llevada a cabo mediante rastreos diarios en los núcleos de población conocidos; y el trampeo, realizado a través de la revisión periódica de las trampas instaladas de forma estratégica en el territorio grancanario. 

Para esta labor, se dispone de un equipo de campo, que durante el período de emergencia cuenta con una cuadrilla trabajando en cada uno de los núcleos de población conocidos de la culebra.

Participación cuidadana

La colaboración ciudadana constituye un pilar fundamental para el control de la culebra real de California. A través del Sistema de Alerta Temprana se pone a disposición del ciudadano una serie de medios de contacto para poder hacer un reporte de una observación o captura de una culebra. Entre ellos figura la app STOPCULEBRAREAL para móviles, desde la cual se puede avisar a tiempo real de un avistamiento. De esta manera, se consigue tener un registro más completo de la distribución de la especie, al tiempo que el equipo de campo puede llegar a actuar más allá de los núcleos conocidos de la especie. Cuestión de especial relevancia para detectar nuevos focos en los que actuar inmediatamente.
El voluntariado es otra vía por la que la ciudadanía participa activamente en el control de esta especie invasora.

Prevención de nuevas introducciones

El ser humano ha sido el principal causante de la invasión y en ocasiones ha fomentado su expansión, bien sea de forma voluntaria –con sueltas intencionadas-, o involuntaria –por escapes o trasporte de ejemplares como polizón en algún vehículo o mercancía. Es por ello que consideramos clave formar e informar a la ciudadanía. En este sentido, se han desarrollado multitud de talleres formativos en centros educativos, asociaciones de vecinos y colectivos profesionales para dar a conocer el problema e involucrarlos en las acciones de control y prevención.

Mejoras del conocimiento de la especie

A la par que se ejecutaban las campañas de control de la especie, se ha hecho un gran esfuerzo por mejorar el conocimiento de la biología y el comportamiento de la culebra real en Gran Canaria. Por un lado, se lleva a cabo un seguimiento a través de los datos recabados en cada captura realizada, y se completa la información realizando necropsias de algunos de los ejemplares. Con esa base de datos, se han ido realizando análisis y extrayendo conclusiones que han permitido avanzar en el conocimiento de la especie y mejorar las técnicas para su control.
Complementariamente, se han llevado a cabo estudios científicos para conocer otras cuestiones de gran importancia como son los impactos, el uso del hábitat o las vías de dispersión de la culebra.