Los anfibios y reptiles naturalizados en España: Historia y evolución de una problemática creciente
No es una novedad que muchas especies ocupen áreas de las que no se las considera originarias y que, en un porcentaje elevadísimo de los casos, la mano del hombre se encuentre directamente detrás de esos movimientos de animales y plantas. Pero la gravedad del problema se ha incrementado hasta tal punto que en la actualidad se la considera uno de los principales azotes medioambientales y la segunda causa probada de pérdida de biodiversidad a nivel global (Lowe et al., 2000; IUCN, 2010).
Muchas de las que han sido calificadas como las peores especies invasoras han acompañado al hombre en sus correrías desde los albores de la historia, aclimatándose a las condiciones del nuevo territorio y provocando la extinción de numerosas especies nativas e incluso modificando el paisaje (Lowe et al., 2000).
Como otros vertebrados, muchos anfibios y reptiles también se han asentado lejos de sus áreas originales de distribución gracias a la ayuda directa o indirecta del hombre, y en muchos casos se ha traducido en efectos no deseados (Lever, 2003; Kraus, 2009). Algunos han llegado incluso a detentar el dudoso honor de formar parte de la lista de las 100 especies invasoras peores a nivel mundial confeccionada por la UICN (Lowe et al., 2000). Otros, como el sapo de uñas africano (Xenopus laevis), no están en esa lista pero son sospechosos de estar en el origen de una de las graves enfermedades emergentes que en las últimas décadas ha provocado la extinción o la regresión acusada de otras especies de anfibios en todo el planeta (Bosch, 2003).
La Península Ibérica y los archipiélagos Canario y Balear han sido, desde la prehistoria, destino de muchas introducciones de reptiles y anfibios. Muchas de las especies que pueblan España en la actualidad tienen un origen foráneo, aunque descubrir tal posibilidad, como ha ocurrido por ejemplo con Hyla meridionalis, pueda llegar a sorprendernos (Pleguezuelos, 2002; Recuero et al., 2007).
En este trabajo recopilatorio hemos querido precisamente hacer una revisión bibliográfica y puesta al día de los anfibios y reptiles naturalizados en España, entendiendo como especies naturalizadas aquéllas introducidas que mantienen poblaciones reproductoras (Heenan et al., 1998). No haremos referencia, por el contrario, a las numerosísimas especies exóticas aclimatadas, de acuerdo con la definición ofrecida por Pleguezuelos (2002).